¿Cómo proteger a nuestra empresa de los impagos?
Los impagos son una de las grandes amenazas en el mundo de los negocios. Perjudican gravemente la estabilidad financiera de cualquier empresa hasta el punto de que pueden hacerla quebrar. Por tanto, es imprescindible protegerse contra ellos y, para hacerlo, podemos implementar varias estrategias.
Crear métodos de prevención y control
En las relaciones comerciales, la situación económica de un cliente puede cambiar en cualquier momento. Él mismo puede ser víctima de un impago que le obligue a contraer deudas con sus proveedores. Por eso, debemos mantener un control periódico de sus ratios de solvencia a través de las listas de morosidad.
También debemos realizar análisis e informes sobre su situación financiera e incluso utilizar elementos disuasorios de los impagos en nuestras facturas. Con todo esto, lograremos una detección temprana de los riesgos deudores de un cliente y evitaremos pérdidas financieras.
Pedir depósitos o pagos anticipados
Esta estrategia es muy útil, sobre todo, en operaciones de gran envergadura o para nuevos clientes. Pero funciona en todos los casos. Se trata de que el comprador abone una pequeña parte de la factura por adelantado. Esto demuestra su formalidad y, además, nos brinda un flujo de caja anticipado y muy útil.
Instaurar sistemas de gestión de créditos claros y bien definidos
Las grandes empresas suelen ofrecer cierto crédito a sus clientes. Esto supone un riesgo, pero también puede minimizarse estableciendo unas políticas claras al respecto. Para ello, deben tener unas condiciones de concesión claras y basadas en las posibilidades de pago de cada comprador.
Asimismo, la entidad suministradora tiene que implementar procedimientos de cobro eficaces y estrategias para recuperar el dinero de las cuentas con morosidad.
Contratar seguros de crédito
El seguro de crédito es una de las mejores herramientas para que la empresa se proteja contra los impagos. Como su propio nombre indica, se trata de una póliza aseguradora que cubre las deudas por parte de los clientes. Es la compañía de seguros la que paga a la entidad vendedora en caso de que el comprador no abone lo que ha adquirido.
Normalmente, cubre la insolvencia del cliente tanto de hecho como de derecho. Es decir, en caso de finalizar el plazo de pago, pero también cuando se produce la suspensión de pagos o quiebra del deudor. Incluso, en casos de exportación, podría amparar el riesgo político en el país de destino de la mercancía (actos terroristas o guerras) y esto nos lleva al punto siguiente.
Exigir cartas de crédito
En operaciones internacionales, también es una herramienta importante la carta de crédito. En este caso, se trata de un documento que emite el banco a solicitud del comprador y que garantiza a la empresa exportadora el cobro de las mercancías que ha vendido. En este caso, es el banco citado quien debe afrontar el pago siempre que se den las condiciones pactadas en el contrato.
En conclusión, los impagos son uno de los grandes enemigos de las empresas. Pero, con las medidas que hemos propuesto, se pueden reducir sustancialmente para garantizar la estabilidad financiera de aquellas. En todo caso, si tiene alguna duda sobre este tema o sobre cualquier otro de tipo fiscal o contable, consúltenos en nuestras oficinas de Oviedo o Gijón. Nos encantará atenderle.
Fuente: Espacio Pymes.