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Gastos deducibles relativos al local comercial

Los gastos deducibles vinculados al local donde se ejerce una actividad mercantil están reconocidos en la legislación fiscal. Todos ellos pueden desgravarse siempre que mantengan una proporción razonable con el tipo de trabajo que se desarrolla en ellos. A continuación, vamos a repasar cuáles son esos gastos que pueden deducirse.

Gastos desgravables en la compra y adecuación del local

En primer lugar, debemos hablar de una reducción, más que de una deducción. Con carácter general, la adquisición de locales de segunda mano no está sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), sino al de Transmisiones Patrimoniales Onerosas. No obstante, el comprador puede decantarse por renunciar a la exención del IVA y abonar este tributo.

En todo caso, el porcentaje en el primer impuesto oscila entre el 6 y el 10 % según la comunidad autónoma donde nos encontremos, mientras que el IVA lo tiene del 21 %. Sin embargo, en ciertos casos es mejor optar por elegir este último y acogerse a la llamada inversión del sujeto pasivo. Por tanto, es mejor que nos consulte al respecto.

Asimismo, los gastos necesarios para la adecuación del local comercial y la mejora de las instalaciones también son deducibles, siempre que sean necesarios para realizar la actividad económica. En estos conceptos se incluyen las reparaciones y reformas hechas para mantenerlo en buenas condiciones, pero también otros. Por ejemplo, la renovación de la fachada o la instalación de aire acondicionado.

Lo importante es que todos estos gastos se encuentren bien documentados con las facturas correspondientes y que se pueda demostrar su necesidad para la operatividad del negocio.

Gastos deducibles en el funcionamiento del local

También los gastos relativos al día a día del local son desgravables. Es el caso de los suministros de agua, gas y electricidad. Todos ellos son deducibles siempre que, como decíamos, guarden proporción con la clase de actividad que se desarrolla.

Por ejemplo, una oficina de ventas tendrá unos gastos por estos conceptos inferiores a un taller de fundición. Es este se utilizan herramientas de cierta potencia, mientras que en la primera apenas se usa la luz y un ordenador. Pero, en todos los casos, también deben conservarse las facturas justificativas de estos gastos para poder desgravarlos.

Igualmente, las primas de los seguros vinculados al local comercial pueden deducirse. Los seguros protegen el negocio de accidentes y pérdidas de actividad derivadas de ellos. Por tanto, son desgravables los importes pagados en concepto de póliza de comercio, pero también otros. Así, los destinados al seguro de responsabilidad civil y al de impago de rentas.

Por otra parte, si bien no se trata de gastos estrictamente vinculados al local comercial, también son deducibles los de personal. No en balde, se hallan estrechamente relacionados con la operatividad del negocio y son imprescindibles para su buen funcionamiento. Incluyen tanto los salarios como los seguros sociales abonados para los empleados y también la cuota de autónomos del titular.

Por ejemplo, figuran en estos conceptos las nóminas y cotizaciones de los dependientes de un comercio o de quienes llevan las tareas administrativas en una oficina.

En conclusión, hemos explicado cuáles son los gastos deducibles vinculados al local comercial de una empresa. Pero, en todo caso, siempre deben estar justificados documentalmente. No obstante, si tiene alguna duda respecto a este tema o a cualquier otro de tipo fiscal o laboral, consúltenos en nuestras oficinas de Oviedo o Gijón. Estaremos encantados de atenderle.

Fuente: Espacio Pymes.