Consideraciones a la hora de elegir una pasarela de pago para tu negocio

Las pasarelas de pago son esenciales para cualquier tienda, ya sea física u online. Según el Banco de España, durante el primer semestre de 2023, los pagos con tarjeta aumentaron un 12,1 % respecto al mismo periodo de 2022. Por tanto, es un hecho que otros medios están sustituyendo al efectivo para abonar las compras.

Pero estos sistemas deben ser seguros. De lo contrario, podría haber grietas por las que los estafadores accediesen a nuestros datos y, finalmente, a nuestro dinero.

Además, el comercio electrónico también se ha multiplicado exponencialmente desde hace unos años. Y, en este caso, las plataformas tienen que cobrar sus transacciones mediante vías digitales. Por todo ello, es fundamental que nuestro negocio disponga de una buena pasarela de pago. Pero ¿Qué son y cómo funcionan estas herramientas digitales?

¿Qué son las pasarelas de pago?

Son instrumentos que ofrecen un canal seguro mediante el que realizar transacciones económicas. Más concretamente, vincula la cuenta del usuario con un procesador de pagos que verifica y protege la operación.

Todos los comercios que permiten a sus clientes el abono de sus compras con tarjeta u otros medios digitales deben tener una pasarela de pago. Las tiendas en Internet utilizan los servicios web, mientras que los negocios físicos usan los terminales de punto de venta (TPV). Asimismo, la pasarela gestiona todo el proceso de pago garantizando la seguridad de la transacción. 

¿Cómo funcionan las pasarelas de pago?

En toda transacción electrónica hay varios actores. Por una parte, está el comprador, que abona su adquisición, y, por otra, el vendedor, que recibe ese dinero. Pero también están el banco que ha emitido esa tarjeta y, finalmente, la entidad que recibe el dinero. El proceso se desarrolla de la siguiente forma:

1. Cuando el cliente ha realizado sus compras y las abona, la página web o el TPV lo redirigen a la pasarela de pago.
2. En la interfaz de esta, debe introducir los datos de su tarjeta de débito o de crédito. Estos son, normalmente, su número, fecha de caducidad y clave de verificación (CVV). De este modo, se autoriza el pago.
3. La pasarela de pago encripta esos datos al tiempo que ejecuta varias comprobaciones para evitar el fraude. Realiza este paso a través de los llamados protocolos de seguridad integrados, que garantizan la seguridad de la operación.
4. Tras comprobar que la conexión es segura, el banco que ha emitido la tarjeta procede al pago, siempre que haya saldo suficiente. Luego el vendedor recibe el importe acordado por la transacción.
5. El cliente recibe conformación de que el pago se ha ejecutado con éxito.

En conclusión, las pasarelas de pago son herramientas imprescindibles tanto para tiendas físicas como digitales. Facilitan el pago al comprador y, sobre todo, garantizan la seguridad de la transacción. Y, gracias a todo ello, permiten que los negocios vendan más. En cualquier caso, si tienes alguna duda al respecto, contacta con nosotros, estaremos encantados de aclarártela.

Fuente: Espacio Pyme.